Comprimir los archivos CSS

Comprimir las hojas de estilo de nuestro sitio es una acción que ahorrará unos pocos kilobytes que harán nuestra web un pelín más rápida. Voy a destacar dos herramientas que nos permiten llevar esto a cabo, puesto que hay decenas de ellas.

La primera es CSS min, cuyo uso se recomienda en el PageSpeed Insights de Google. Esta herramienta comprime nuestro CSS al máximo, dejándolo todo en una única línea, apenas con espacios, y minimizando todo lo posible. Para usarla y no volver nuestro archivo inmanejable, tendríamos que guardar una copia del original, y aplicar el algoritmo de CSS min cada vez que hagamos alguna modificación.

Pero quizá nuestra página sea nueva, o andemos de reformas, y estamos continuamente haciendo cambios. Resulta engorroso comprimir de nuevo el CSS a cada mínimo retoque; esto es más bien algo que hacer al final. Existen otras herramientas que lo comprimen de una manera más lógica, haciendo que no pierdan legibilidad. Es el caso de Clean CSS, que nos deja configurar al gusto el grado de compresión que deseemos.

Enlace | CSS min, Clean CSS

Deja un comentario